Llamamos alcalí a la mezcla de agua y sosa caústica. La sosa se debe diluir completamente y añadirla a los aceites cuando la mezcla está transparente.
2.
ÍNDICE DE SAPONIFICACIÓN
Cada aceite, según su composición, tiene
un índice de saponificación diferente. Este índice expresa la cantidad de
álcali que se necesita para convertir el aceite en jabón. Es decir, este índice
expresa los gramos necesarios de hidróxido de sodio por gramo de grasa o aceite
que necesitamos para convertirlo en jabón.
3.
SOBREENGRASADO
Ya hemos visto que para cada aceite se
necesita una cantidad diferente de álcali para que la mezcla se convierta en
jabón, ahora bien, en los jabones artesanos lo que hacemos es dejar una parte
de aceite sin saponificar, es decir, la pastilla de jabón resultante tendrá una
parte de aceite libre en su composición, por lo que será mucho más emoliente e
hidratante. Digamos que a la fórmula le añadimos un extra de aceite.
4.
GELIFICACION
La gelificación se produce al hacer la
reacción química de la saponificación, si la temperatura es suficiente. Un
jabón puede gelificar o no, y hay detractores y partidarios.
En general en los jabones gelificados las
materias primas delicadas sufren menos y los colores también resultan más
vivos.
Para favorecer la gelificación se suele
arropar con una mantita al jabón para que no pierda calor. En cambio, los jabones sin gelificar tienen
una textura mucho más fina y suave.
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